imagen_teletrabajo
El nuevo paradigma del puesto de trabajo

No quisiera ni imaginar que esta atípica situación de forzoso confinamiento que nos está tocando vivir, se hubiese producido hace cinco, diez o quince años…

Contra lo que algunos predecían, sistemas y comunicaciones han sido capaces de soportar que el día 14 de marzo de 2020, tras la declaración del estado de alarma en España, millones de profesionales continuaran desempeñando su labor profesional. En unos casos sin fisuras, ya que venían realizando su trabajo de forma itinerante por la casuística de su puesto o filosofía de empresa. En otros, aprendiendo sobre la marcha a realizar sus rutinarias tareas de forma diferente.

Pero para que todo ello haya sido posible, a lo largo de los últimos años han surgido nuevas formas de utilizar la tecnología como servicio. Cualquier cosa como servicio, desde el puesto de trabajo, las comunicaciones, almacenamiento o la capacidad de proceso…, son consumidas en entornos puestos a nuestra disposición por numerosos oferentes desde cualquier dispositivo y desde cualquier lugar.

Ha tenido que ocurrir una situación extrema como la que hemos padecido el pasado marzo, para que las organizaciones comprendieran que en la mayoría de los casos la productividad no está asociada al puesto físico de trabajo. El trabajador de media ha permanecido operativo más horas al reducir los desplazamientos y se han eliminado periodos menos productivos de socialización, no directamente vinculado a sus labores.

Pero esto es España y en numerosas empresas «de dueño» el calentar asiento es algo necesario per se. Supongo y espero que terminaran rindiéndose a la evidencia.

Por otro lado, estoy convencido que esta flexibilidad o ubicuidad ha llegado para quedarse. Aquel lejano escenario de trabajo en la misma organización hasta que te jubilabas, es algo que relataremos a nuestros nietos como historias de otro siglo. Para las próximas generaciones el trabajo colaborativo con un objetivo común pero sin contacto físico será si me apuran, un estándar. 

El reto creo que es buscar alternativas que nos permitan conciliar el mundo personal y el profesional en este nuevo escenario, en el que la opción de trabajar desde fuera de la oficina ha pasado de ser un deseo del trabajador, a un requisito de las organizaciones.

compartir este post